CAMBIOS FISIOLÓGICOS DURANTE EL EMBARAZO

Náuseas y vómitos: suelen producirse en el primer trimestre del embarazo. En ocasiones, las náuseas pueden difi cultar una adecuada higiene de la boca. Los ácidos contenidos en el vómito pueden erosionar el esmalte dental e irritar las encías.

Movimiento en las piezas dentarias: durante el embarazo, los cambios hormonales preparan el organismo de la mujer para el parto. Se incrementa la elasticidad de los ligamentos que unen los huesos de la pelvis para poder aumentar el canal del parto, pero esta laxitud también afecta a todos los tejidos de sostén. Por ello, no es muy extraño que algunas gestantes perciban una cierta movilidad en algún diente.

Infl amación de las encías: el aumento de irrigación sanguínea que experimentan los tejidos del área buconasal también afecta a las encías, que pueden estar hinchadas y más sensibles. La gingivitis del embarazo tiene su origen en esta situación. Las encías de las mujeres embarazadas son más vulnerables a las infecciones por la placa bacteriana y a las erosiones por alimentos

Mayor producción de saliva: durante el embarazo suele aumentar un poco la acidez de la boca, con lo que esta saliva atacaría las encías produciendo inflamación. Si además se comen alimentos azucarados sin tener la precaución de lavarse bien los dientes después, los restos de azúcar alimentan las bacterias que también incrementan de forma importante la acidez de la saliva, contribuyendo así a la erosión del esmalte dental.

Cambios en las percepciones del sabor: estos cambios podrían explicar el gusto más pronunciado de algunas mujeres embarazadas por determinados alimentos o el deseo de combinaciones inusuales de sabores. Es bastante frecuente una mayor apetencia por alimentos azucarados que aumentan el riesgo de caries. Algunas embarazadas padecen mal sabor de boca y, en ocasiones, problemas de mal aliento.

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